LA VERDADERA COMPETENCIA DE LAS PROXIMAS ELECCIONES EN MÉXICO
Por: Isadora Santiváñez Rios
El arribo de morena al poder trajo consigo un sin en número de cambios administrativos y de Gobierno en cada uno de los Estados en los que lograron consolidar su triunfo. Para algunos estas modificaciones han sido positivas y para otros negativas, la realidad es que las estadísticas nos revelan un deterioro profundo en casi todas las áreas referentes al tema público.
En 2018, el 64% de los votantes le otorgaron su confianza a Andrés Manuel López Obrador, siendo el presidente electo con mayor aceptación en la historia moderna de nuestro país.
Sus propuestas como el tren maya, el nuevo aeropuerto y la refinería de dos bocas, fueron ampliamente aceptadas por la población, sin embargo, es innegable el hecho de que su popularidad radicó principalmente en su facilidad para penetrar en la ciudadanía y para generar empatía con la gente; su sensibilidad, sencillez y su discurso lo llevaron a convertirse en uno de los hombres más queridos en todo el país.
A la fecha, la ciudadanía no espera de él grandes resultados administrativos, sin embargo, lo ven como el encargado de sacar de las más altas esferas del gobierno a todos los corruptos que han provocado un estancamiento en el desarrollo social y económico de México.
La ciudadanía ve a Andrés Manuel como un líder social, incorruptible e insobornable, quien antepondrá en todo momento el interés colectivo, antes que el personal, lo ven como alguien libre de ambiciones económicas, lo que lo legítima al momento de defender sus políticas públicas y su manera de gobernar.
Es un hombre que a través de las llamadas “mañaneras” se ha mantenido en constante cercanía con la gente, hablándoles en una terminología sencilla, fácil de entender, y mostrando que siempre dará la cara ante cada inconveniente que se suscite durante su gobierno.
Eso lo ha llevado a consolidarse como uno de los políticos más queridos en el mundo, y a establecer relaciones con los gobernantes de otros países que coinciden con su forma de manejar la administración pública.
Quienes somos opositores a la 4T, debemos asimilar y reconocer la importante popularidad del Presidente de la República, y los positivos que pueda tener en lo individual y colectivo, ya que nuestra competencia no se encuentra en las cifras estadísticas, ni en los programas sociales, mucho menos en el desarrollo social o económico de nuestro país.
El líder a vencer en los próximos comicios electorales es Andrés Manuel López Obrador, quien a través de su figura y gran aceptación, ha generado una relación estrecha con la ciudadanía que ningún otro político en el país ha logrado consolidar.
Este próximo 5 de junio se elegirán en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, nuevos gobiernos estatales, y las tendencias posicionan a morena como el gran triunfador, sin embargo, es importante señalar que la principal figura a vencer se encuentra en la comodidad de su oficina en Palacio Nacional.
A esto debemos sumarle la falta de credibilidad y aceptación con la que cuentan algunas figuras locales que compiten dentro de la próxima contienda y que representan a los partidos políticos opositores a Morena.
En cada estado tenemos panoramas diversos y complejidades totalmente distintas, sin embargo, el común denominador se encuentra en la falta de aceptación y credibilidad de los partidos tradicionalistas por parte de la ciudadanía, la mala reputación de algunos de los aspirantes, así como el gran respaldo con el que aún cuenta el líder político del partido en el Gobierno.
Además, los programas sociales de Gobierno Federal han servido como una gran y amplia plataformas de operación política, que cuentan con el número suficiente de redes ciudadanas capaces de ganar una elección.
Estos próximos días veremos los verdaderos resultados, sin embargo, se anticipa una gran derrota para la oposición que no ha sabido refrendar la confianza ciudadana y capitalizar la realidad en la que vive nuestro país, teniendo uno de los peores gobiernos en la historia del México moderno.
