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CAMPAÑAS DE DESPRESTIGIO

Por: Isadora Santivañez Rios

Durante los últimos meses hemos vivido de cerca las campañas políticas de nuestros estados vecinos, Durango y Aguascalientes, sintiendo la algarabía que este tipo de comicios provocan y no podemos negar el hecho de que los resultados electorales de ambos Estados, determinarán en mucho el rumbo que podrá seguir Zacatecas, debido a la estrecha cercanía y a la relación social, cultural y política que existe con los mismos.
Estamos a unos días de que se desarrolle la jornada electoral y las encuestas reflejan cada vez más una latente cercanía entre el primer y segundo lugar, algunas posicionan a las candidatas de morena en primer lugar, mientras que otras le dan el triunfo a los de la alianza “va por México”, que se integra por los partidos políticos PRI, PAN y PRD.
En ambos casos, la alianza se logró establecer sin contratiempos y esto determinó un rumbo para, por lo menos en la región, intentar consolidar dicha estrategia política de cara a los próximos comicios electorales, por lo cual podemos decir, sin apresuramientos, que muy probablemente, dicha alianza competirá de manera conjunta en las próximas elecciones estatales, estimando que pudieran sumarse más partidos políticos.
Además, podemos ver que, entre los tres partidos, se ha trabajado una estrategia de posicionamiento de los candidatos y de establecimiento de metas electorales específicas, lo que permite dar claridad de la sumatoria que podría integrar cada uno de ellos y con esto, hacer posteriormente un pago de favores políticos y una distribución de cargos en base a resultados.
En ambos escenarios debemos tomar en cuenta la raíz a la cual pertenecen los candidatos, ya que mientras en el Estado de Aguascalientes, la carga del electorado y el origen de la candidata se encuentra dentro de las filas del PAN, en el Estado de Durango vemos como el PRI, es el que lleva la mayor responsabilidad sobre los resultados.
En cada estado tenemos contextos y escenarios totalmente diversos y las similitudes se basan en que la contienda se encuentra entre el partido en el Gobierno, es decir morena y los integrantes de la alianza, en el desarrollo económico de ambos estados, en la cercanía que ambos tienen con Zacatecas, en la amplia posibilidad de triunfo de los candidatos de la alianza, en la creciente y notoria intervención de Gobierno Federal en ambas campañas políticas, trabajando a favor de las candidatas de morena, en el creciente posicionamiento de ese partido en ambos Estados y en que aparentemente, son los Estados con mayor posibilidad de triunfo para la alianza dentro de los comicios del 2022.
Sin embargo, algo que deseo destacar es la similitud que vemos en ambas campañas políticas respecto a la estrategia que están desarrollando los equipos de campaña, ya que desde el día uno, las y los candidatas de morena han generado importantes campañas de desprestigio contra los candidatos de la alianza, no olvidemos los spots publicitarios en los que de manera abierta hablan respecto de la posible corrupción de ambos, así como el desprestigio de los partidos políticos a los que pertenecen y que integran la alianza “Va por México.
Sin ánimo de victimizar a nadie, es necesario hacer un llamado a los partidos políticos, así como a sus estrategas de campaña para que se aboquen en sus propuestas y en posicionar a sus candidatos, ya que dichas campañas de desprestigio solo generan que la ciudadanía se fastidie de las contiendas decidiendo marcar distancia y deslindarse de los resultados electorales.
La comunicación digital es la pionera de lanzar este tipo de campañas, ya que es más sencillo hacerlo, difundirlas y deslindar a cualquier actor de su posicionamiento, ya que se pueden lanzar desde la comodidad del anonimato; además, resulta más económico hacerlo por esta vía y logras más penetración y alcance.
Las campañas de desprestigio suelen lanzarse de manera abierta durante la etapa final de la contienda, sobre todo cuando los candidatos ya no tienen la posibilidad de salir y manifestarse de manera pública, debido a la reglamentación generada por el Instituto Electoral, lo que le impide tener posibilidad de réplica o desarrollar una campaña en la que se pueda limpiar su imagen, además de que jurídicamente, ayuda a que los tiempos, no den posibilidad a establecer medidas cautelares o cualquier tipo de dictamen que logre detener la difusión de esta información.
Además, sirven para mantener latente la inconformidad de la ciudadanía durante el día de la jornada electoral y que la información de desprestigio que se desea difundir no se le olvide tan fácilmente al electorado.
Lamentablemente, podemos decir que el común de ambas campañas políticas en el desarrollo de los comicios en estos Estados vecinos ha sido el privilegiar las campañas de desprestigio y dejar de lado la verdadera política, al parecer la tendencia en el quehacer político es convertirse en calumniadores electorales.