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ZACATECAS, EJEMPLO DE LO QUE NO SE DEBE HACER

Por: Isadora Santivañez Rios

Pasaron las elecciones y el escenario que se ha determinado no difiere mucho de lo ya esperado por la mayoría de los estadistas nacionales, la fortaleza de Morena se consolida y el debilitamiento de los partidos políticos tradicionalistas se hace más que evidente.
La sociedad, de manera reiterada ha manifestado su rechazo a los partidos políticos a los que con anterioridad respaldó y fortaleció, en primer término el Partido Revolucionario Institucional perdió la fuerza de su segundo aire y en la actualidad tiene números muy por debajo de muchos partidos políticos de reciente creación, el PAN por su parte, mantiene ciertos aires de esperanza, sin embargo, no le alcanza, en términos generales, para buscar posicionarse en el ámbito nacional bajo un sistema independiente y fortalecido, por su parte el PRD se encuentra al borde del colapso y al parecer bajo un escenario que predetermina su próxima desaparición.
Estos tres partidos políticos durante muchos años se encontraron diputando el poder en nuestro país y el día de hoy generan una alianza electoral que les permite encontrarse en ciertos niveles de competitividad, sin embargo, el rechazo es mayúsculo y la sociedad les ha dado la espalda como respuesta al hartazgo de los gobiernos salientes.
Todo apunta a que México se teñirá de guinda en el 2024, sin embargo, como en el futbol, nada está dicho y la constante polarización dentro del partido Morena, es lo que puede perjudicar el crecimiento político de dicha institución, a esto debemos sumar la evidente falta de acuerdos, la constante incertidumbre en el desarrollo del país y la debacle de las instituciones.
Pero en el México de hoy, tanto a nivel federal como local, Morena se encuentra en el mejor de sus momentos como instituto político, sin embargo, su actuar ha sido el peor en la historia de nuestro Estado; La situación política, económica y social se encuentra en constante decadencia, la crisis de seguridad y la creciente falta de desarrollo y de certeza laboral tiene a nuestra entidad de cabeza, a tal grado de que en otros Estados somos ejemplo de lo que no se debe de hacer.
Tan es así, que en las pasadas contiendas electorales que se vivieron en los estados vecinos de Durango y Aguascalientes, se llevaron a cabo campañas en las que se pedía a la sociedad voltear a ver a Zacatecas, que encuentra gobernado por Morena, para no cometer el error que evidentemente cometimos los zacatecanos, y en los corredores de los pasillos políticos, se dice, que dicha campaña de desprestigio a nuestro Estado, funcionó en gran medida para que nuestros vecinos tomaran la decisión de ponerle un alto a los chapulines guindas y darle paso al tradicionalismo de la Alianza, como algunos dirían, más vale malo por conocido que bueno por conocer.
Al parecer, nuestro Estado no se encuentra bien visto por los duranguenses y aguascalentenses y no desean verse en nuestros zapatos, ellos esperan que con su reciente decisión tomada, puedan evitar vivir en la carencia, inseguridad, inestabilidad e incertidumbre en la que vivimos los zacatecanos, si bien no esperan gran cosa de los actores políticos a los que respaldaron con su voto, como mínimo piden no los lleven al abismo en el que se encuentra hundido nuestro Estado.
De verdad es lamentable que esto suceda, ya que nuestra entidad se encuentra privilegiada en ubicación geográfica, cuenta con un gran número de riquezas como su agricultura, su ganadería, su cultura, la minería, el clima y muchas otras más que contribuyen en gran medida a que podamos crecer y desarrollarnos. Zacatecas es un Estado hermoso, lleno de gran riqueza cultural y natural, es un estado grande, fuerte y plagado de personas leales y trabajadoras, sin embargo, se encuentra perdido en la desesperanza y el abandono, en manos de personas sin capacidad ni experiencia, avaros de poder y de riquezas.
La podredumbre de nuestros actuales servidores públicos ha manchado las más recónditas entrañas de nuestra sociedad y el día de hoy nos han llevado a vivir uno de los peores gobiernos en la historia de nuestro Estado. La ineptitud e incapacidad de los representantes populares es evidente y pesa en el desarrollo de nuestro Estado, independientemente de colores, es necesaria la disyuntiva en la que la sociedad pueda generar una valoración basada en resultados, en la que los mexicanos podamos elegir a nuestros representantes sin catalogarlos o ficharlos por la plataforma política que los catapulte, ya que el servicio público no debería tener colores.
El día de hoy, Zacatecas nos necesita, y es indispensable que se generen las condiciones necesarias para detener el estancamiento de nuestro Estado, que todos nos sumemos y que la capacidad no se encuentre peleada con la gobernanza. Zacatecas no debe seguir siendo ejemplo de lo malo, de lo negativo, de aquello que no está bien y que a toda costa debe evitarse, esta entidad debe seguir siendo la civilizadora del norte, no la Venezuela mexicana, que triste y lamentable es ver como el miedo a vivir nuestra realidad, lleva a terceros a tomar decisiones políticas, pero es aún más triste, tener que admitir que tienen razón y desear que sus estados no se tiñan de guinda y de dolor.