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MÉXICO ANTE EL MUNDO

Por: Isadora Santivañez Ríos*

En este orbe globalizado, es innegable la dependencia y correlación que existe entre los diversos países del mundo, quienes, a través de tratados y acuerdos políticos, económicos y sociales buscan generar vínculos que les permitan obtener mejores condiciones de vida para sus ciudadanos y con ello también establecer alianzas de cara la esfera global.
México, se ha caracterizado por contar con una política exterior objetiva y visionaria que ha brindado oportunidad a diversas naciones para crecer y desarrollarse a través los vínculos que se generan; sin embargo, la escena internacional cada día es más compleja y demandante, por lo que mantenerse actualizado y a la vanguardia es indispensable para poder ser competitivos ante el mundo y a la par generar condiciones de igualdad y armonía.
Es sabido que en este mundo absorbido por el sistema capitalista y ampliamente neoliberal se encuentra definido por el régimen comercial, por lo que el capital económico y las alianzas productivas, son las que determinan en gran medida la política internacional en nuestro país, el cual cuenta con 12 Tratados de libre comercio, dentro de los que destaca el firmado con Estados Unidos y Canadá y que durante el inicio de su creación planteó un plazo de 15 años para eliminar de manera total y definitiva las barreras aduaneras entre los tres países, ayudando así a enfrentar la competencia que representaba en aquel entonces la Unión Europea y los países asiáticos.
En la actualidad, tras 20 años de haber sido creado el ahora llamado NAFTA, se logró una renegociación que fue consolidada durante la actual administración de Andrés Manuel López Obrador y que plantea un impuesto general a las importaciones, reducir subsidios, integrar acuerdos medioambientales y redefinir determinadas reglamentaciones laborales. Sin embargo, algunos temas de gran relevancia se encuentran relacionados con la regulación de las remesas, que representan uno de los principales ingresos de nuestro país, y con la consumación de medidas que faciliten la importación y exportación del petróleo, que es considerado un punto nodal en la economía mexicana, así como facilitar la circulación de bienes y servicios entre los tres países y promover una competencia leal que reivindique las lagunas que se integraban en el anterior acuerdo.
Es simples palabras, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte necesita abordar temas que reflejen la realidad comercial de los tres países, destacando en el nuestro la exportación del petróleo, la reglamentación de las remesas, la flexibilidad para la importación de los llamados autos chocolate, la reducción de las barreras arancelarias para la exportación en la industria minera, la cooperación política y social para mitigar los daños colaterales de la migración ilegal de personas, el establecimiento de medidas que reconozcan una visión más competitiva en las maquiladoras que se encuentran al norte de nuestro país y que reflejen mejores condiciones laborales y salarios más dignos, así como una competencia leal en el sector primario y secundario de la agricultura y ganadería.
México es el segundo mercado para las exportaciones de Estados Unidos y una de sus principales fuentes de importación, sin embargo, el mercado global debe ampliarse y es necesario consolidar acuerdos comerciales que le permitan a nuestro país aprovechar sus inagotables fuentes de riquezas naturales, así como aperturar un mayor número de oportunidades.
Ser parte de la OEA, de la Alianza del Pacífico, del Asian Pacific Economic Council, del CARICOM, del Fondo Monetario Internacional, del G20 o del Banco Mundial, necesariamente debe generar mayores oportunidades para ampliar el número de socios comerciales con los que cuenta nuestro país.
No olvidemos que aparte de los Tratados de Libre Comercio y de mantener un importante Acuerdo Comercial con China, tenemos en nuestros vecinos de América del Sur un amplio mundo de oportunidades comerciales como socios e intermediarios ante los países del Norte, además, el creciente mercado en la región de Asia y el Pacífico debe avizorarse como un nuevo protagonista en la interrelación económica del mercado mundial, en donde México puede posicionarse como una de las principales rutas comerciales, a través del Istmo de Tehuantepec.¨

*Lic. en Relaciones Internacionales, violinista y política