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Las mujeres en la Independencia

Dra. Verónica Arredondo

Celebramos un aniversario más del movimiento de independencia que hizo de México una nación soberana. Regularmente en la escuela se nos enseñan fechas, lugares y nombres de los protagonistas de esta guerra, pero casi siempre solo conocemos a los hombres que lucharon durante este periodo e ignoramos a las mujeres que también participaron y jugaron un papel relevante. Salvo la Corregidora de Querétaro, ninguna mujer se cuela en las monografías y libros de historia. Doña Josefa Ortiz de Domínguez parece ser la única representante femenina en el hecho que convirtió a nuestro país en un país autónomo.

Por estadística resulta imposible que la mitad de la población, las mujeres somos un poco más de la mitad de la población a nivel nacional y mundial, no se involucrara en la reyerta independentista, pero como casi siempre, la historia la han escrito los hombres y se nos niega el derecho a ser reconocidas como sus pares.

Escarbando un poquito por aquí, otro poquito por allá, es posible encontrar historias de las mujeres que participaron en la Independencia de México; mujeres que fueron verdaderas protagonistas para emancipar a la nación del Imperio Español.

Como personajes secundarios, porque así nos las han presentado, conocemos a Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra y la Güera Rodríguez. Leona Vicario participó activamente y apoyó con su dinero la causa insurgente. Gertrudis Bocanegra hizo las veces de espía y cuando fue descubierta se le sentenció a muerte por no querer delatar a los insurgentes. A la Güera Rodríguez se le reconoce como un personaje polémico, pero que alentó a diversos personajes y los apoyó para que ayudaran a consumar la independencia.

Hay más, muchas más mujeres que han sido invisibilizadas e ignoradas que resultaron trascendentales en esta lucha en sus diversos periodos, nombrarlas en este espacio es un poco agradecerles.

Altagracia Mercado, la Heroína de Huichapan, quien dirigió batallones que ella misma patrocinaba y que derrotó en varias batallas al ejército realista.

Manuela Medina, la Capitana, formó un batallón y combatió a los realistas; Medina era indígena y buscaba la emancipación de su pueblo y fin del yugo español.

Mariana Rodríguez del Toro, que murió encarcelada antes de ver consumada la independencia.

Luisa Martínez de García de Rojas, espía para los insurgentes que murió fusilada.

Manuela Herrera que quemó su hacienda antes que entregarla a las tropas realistas.

María Teresa de la Sota Riva, Petra Teruel de Velasco, María Fermina, Carmen Camacho, Margarita Peinbert, Antonia Peña, María Camila Ganancia, Luisa de Orellana y Pozo, María Soto “La Marina”, Teodosia Rodríguez, Ana Villegas, Casimira Camargo, Isabel Moreno, Juana Bautista Márquez, Brígida Álvarez, María Tomoda Estévez, Carmen Camacho, Luisa Martínez, Manuela Niño, Josefa Navarrete, Josefa Huerta, Rafaela López Aguado, Rita Pérez de Moreno, María Josefa Marmolejo de Aldama, Francisca Marquina de Ocampo, Francisca y Magdalena Godos. Todas ellas fungieron en diversos cargos dentro de la lucha de Independencia, pero los historiadores volvieron irrelevantes su participación por el hecho de ser mujeres.

Nosotras, sus herederas, debemos de honrar su esfuerzo, nos toca seguir transformando el país y convertir la nación en un lugar donde podamos vivir y desarrollarnos.

Debemos dejar atrás las ideas conservadoras, tenemos que lograr de verdad nuestra autonomía, que se respete y escuchen nuestras decisiones.

Tenemos que modificar cualquier ley y reglamento que impida nuestro crecimiento.

Tenemos que cambiar las instituciones y anteponer nuestros sueños y deseos por delante de los de la sociedad.

Todavía no sabemos bien cuál es nuestro papel dentro del mundo, lo estamos descubriendo, pero no queremos estar detrás del telón ni interpretar roles secundarios. El futuro nos llama para ser incluidas con todas las garantías en la historia humana, no podemos seguir haciendo lo mismo y esperar realidades distintas.

Muchas mujeres a través de los siglos lucharon para que nosotras tuviéramos las oportunidades que tenemos y aun así no es suficiente, porque el sesgo patriarcal sigue imperando.

Nos toca cambiarlo, cooperar con toneladas de arena para construir una casa donde quepan nuestras ideas.

Celebremos un aniversario más de la Independencia, pero no dejemos que solo sea eso; celebremos que nosotras, mujeres, también hemos sido trascendentales para que México se convierta en una nación progresista, democrática, libre.