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Y SIGUEN LOS DESAPARECIDOS

Por: Isadora Santiváñez Ríos

Después de varios días en los que la sociedad zacatecana se ha visto envuelta en un sin número de acontecimientos en los que la inseguridad y la falta de gobernabilidad han sido las constantes, lamentablemente no hemos percibido ninguna acción por parte de las autoridades para tratar de contrarrestar el crimen que nos acecha.
Pareciera que a los funcionarios de primer nivel, no les interesa estar involucrados en la vida pública de nuestro Estado, tenemos un gobierno ajeno a las necesidades ciudadanas, y eso duele y lacera a nuestra sociedad. Vivimos en total abandono, como si no importara el dolor y la angustia de quienes sufren día a día los estragos de la inseguridad.
Sin embargo, eso solo es algo de lo mucho que padecemos, ya que hace algunos días, salieron a la luz, datos estadísticos que ponen a nuestra entidad como primer lugar en empleos perdidos en los últimos años; es decir, Zacatecas es el estado de la República en donde las personas pierden su trabajo con más frecuencia, lo que nos lleva a sufrir gran inestabilidad económica, psicológica y emocional.
Y es así, cómo encuesta tras encuesta, estadísticas tras estadística, dato tras dato, vemos a nuestro Estado ir a la deriva en cada una de las aristas que atañen a la responsabilidades directas de una administración gubernamental.
Y eso es algo que lástima a todos y cada uno de los integrantes de nuestra sociedad, quienes de manera urgente necesitamos que alguien, que integre los altos mandos del gobierno estatal, quien sea, ya que evidentemente no lo ha hecho ni lo hará aquella persona que obtuvo el voto popular, se ponga a trabajar en favor de nuestro Estado, que genere propuestas, que gestione en todos los niveles, que se meta a las entrañas de los temas que nos atañen, que coordine, organice y direccione a esta nueva gobernanza.
Ya que la inseguridad ha llegado a tal nivel, que todos los días se emiten por parte de fiscalía fichas de desaparecidos, en diversos municipios de nuestro Estado, es ya una constante ver nombres de personas que se encuentran privadas de su libertad, que salen de sus casas para ir a trabajar o a realizar sus actividades cotidianas y terminan sin tener la posibilidad de regresar a sus hogares, dejando tras de ellos a sus familias con el dolor y la angustia, intentando dar con su paradero, y sin tener el apoyo de las instancias correspondientes para dar con su localización.
Hace unos días, por este medio, pedíamos por Viri y Dany Márquez, por Alejandro Cato y por muchos otros que han desaparecido en estos últimos días. Hoy, levantamos la voz por Teo, un inocente niño de 6 años, que fue secuestrado en una pequeña comunidad de Villa de Cos, llamada Chaparrosa, el pasado 20 de diciembre.
Es imposible ponerse en el lugar de sus madres, es incalculable el dolor, la ansiedad y la angustia que pueden estar sintiendo, pero es aún más hiriente, lo que los desaparecidos pueden haber vivido, lo que estos jóvenes y niños tuvieron que pasar.
Parte el alma saber qué Teo fue apartado de su madre, que su inocencia reflejada en sus fichas de búsqueda pueda ser mitigada por el miedo y la maldad.
Pareciera que una maldición guinda está cayendo sobre nuestro Estado, cómo si las calles se tiñeran color sangre, vemos asesinatos en lugares de gran tránsito común, vemos ataques armados directos en cada uno de nuestros municipios y principalmente, nos damos cuenta, día a día, de personas que desaparecen, así como Teo y muchos otros que no pudieron regresar a sus hogares.
Por lo que es necesario hacer un llamado contundente al Gobernador del Estado, y a todas las autoridades correspondientes, para que localicen a Teo y a todos los desaparecidos de su administración, es inadmisible que ante tanto hechos delincuenciales, ellos sigan sin hacer nada, demostrando su desinterés e incompetencia. La sociedad está despertando y en algún momento las manifestaciones darán un vuelco y darán grandes sorpresas que los harán reaccionar aunque sea a la fuerza, esperemos que para ese momento, no sea demasiado tarde.