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LA IMPORTANCIA DE LA ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

Por: Isadora Santiváñez Ríos
Los derechos humanos tienen un carácter universal y son derechos inherentes a todas las personas, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, religión, color de piel, lengua, origen étnico, o cualquier otra condición.
Conforman un conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, por lo que el respeto a los mismos, es indispensable para el desarrollo integral de todas las personas. Además, constituyen un conjunto de normas y principios reconocidos por la comunidad internacional, que regulan su reconocimiento, goce y disfrute, estableciendo obligaciones de los Estados para que puedan promover, respetar, proteger y garantizar estos derechos.
Los cuales, se encuentran avalados a través de diversos ordenamientos jurídicos, como lo son: la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la CEDAW (Convención Sobre todas las Formas de Discriminación contra la Mujer), la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la Violencia contra las Mujeres (Belem do Pará), la Ley General de Igualdad entre Hombres y Mujeres, la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la Discriminación, entre otros.
Al tener un carácter universal, los derechos humanos deben garantizar condiciones de igualdad a todas las personas, por lo que ha sido necesario generar un gran número de mecanismos que permitan asegurar la protección de diversos grupos sociales, como lo son las personas en condiciones de vulnerabilidad, los jóvenes, niñas, niños y adolescentes, las mujeres, los adultos mayores, los grupos indígenas, entre otros.
En el caso concreto de las mujeres, a lo largo de la historia, se ha detectado que sufren la violación de derechos que son específicos hacía el género y que existe una falta de reconocimiento de la subordinación bajo la cual han estado sometidas; es decir, se ha normalizado la violencia hacia las mujeres y se ha justificado con los usos y costumbres de las diversas culturas que existen en el mundo.
Por lo que ha sido necesario, primero que nada, visibilizar las condiciones de desigualdad y violencia, de las cuales han sido víctimas, así como garantizar, desde el ámbito público su protección y resguardo, a partir de un enfoque de respeto a los derechos humanos.
Bajo este esquema comenzaron a surgir un importante número de Convenciones distintas y especiales, con el objetivo de reforzar las disposiciones en beneficio de las mujeres del resto de los instrumentos internacionales.
Algunas de las más importantes fueron la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), así como la Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, las cuales constituyen los principales instrumentos internacionales para la promoción y defensa de los derechos humanos de las mujeres, así como para el reconocimiento de la violencia contra la mujer como un delito y una violación a sus derechos humanos.
Pero, ¿por qué es tan importante la protección de los derechos humanos de las mujeres?, ¿por qué es necesario erradicar la violencia y discriminación contra las mismas? La respuesta es sencilla, es necesario consagrar el principio de igualdad para garantizar el respeto de los derechos humanos de todas las personas, ya que la violencia contra la mujer es una ofensa contra la dignidad humana, una manifestación de relaciones de poder de un sistema patriarcal que ha sido históricamente injusto y violentador, y es una violación a los derechos humanos. La erradicación de la violencia contra las mujeres, no es una acción afirmativa, ni un favor o dádiva, es un derecho humano…