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El día del Padre es más que una fecha cívica
Dra. Verónica Arredondo
En México celebramos cada tercer domingo del mes de junio a los padres. El Día del Padre es una fiesta cívica que, no muchos lo saben, tiene un origen religioso. De acuerdo con la tradición católica, el 19 de marzo se conmemora a San José, padre de Jesús. Los países occidentales y de mayoría cristiana podrían haber fincado el Día del Padre como un recordatorio de este suceso. Sin embargo la procedencia de esta fiesta podría no ser la misma, culturas que practican otras religiones también celebran al padre. Además la fecha varía de un país a otro, incluso entre los occidentales. Pero no vamos a examinar esta
discrepancia ni la historia.
Aparentemente las fiestas cívicas funcionan en varias direcciones. En el Día de la Bandera, aunque no tanto, y el Día de la Independencia, podemos ver la parafernalia tricolor abarrotar las calles, comercios, oficinas de gobierno, casas habitacionales, automóviles, que nos recuerdan que se acerca una fecha trascendental para nuestra nación. Celebrar esas fiestas nos hace sentirnos parte de una comunidad que comulga en ideas y sentimientos. Cuando se acerca el Día de la Madre, nos vemos expuestos y bombardeados, a través de los medios, por mensajes que nos hace presente a la mamá como piedra angular de la familia y la sociedad. El Día del Padre, sesgadamente, versa casi de lo mismo.
Sin embargo, que existan diferentes motivaciones, motivación como fin, alrededor de una celebración, que le sean ajenas o que intenten capitalizar la misma, no implica su descalificación. Considero que el Día del Padre nos da la oportunidad de reflexionar como sociedad qué significa la figura paterna, a qué aspiramos y que necesitamos de los padres; cuáles deben ser sus obligaciones y garantías, y sobre todo, cómo es que vamos a reconstruir y dignificar su esencia.
Si tengo un referente de papá es mi propio papá. Mi papá nos educó y formó de una manera en la que tanto hermanas como hermanos teníamos las mismas oportunidades, derechos y obligaciones, al menos dentro del hogar. Nos inculcó valores e ideas que nos impulsaron a crecer y desarrollar nuestros talentos y objetivos. Papá estuvo con nosotras y nosotros cuando lo necesitamos, nos cocrió en un tiempo donde el término de la cocrianza ni siquiera era visible en una sociedad donde la labor de las mujeres y madres era invisibilizada.
Digamos que mi papá era un hombre adelantado a su época en cuanto a su papel como
padre.
Así como admiro y agradezco a mi papá, hay muchas familias que experimentan emociones
similares. En una novela de Josefina Vicens, Los años falsos, la cual la trama gira en torno a los recuerdos, deseos, y palabras que el protagonista tiene sobre su padre. En el relato, el narrador habla con su papá durante todo el tiempo, tratándole de demostrar lo mucho que ha influido en su vida y cuánto le hace falta y extraña. Vicens fue una narradora extraordinaria y a través de este libro que les cuento, muchas y muchos podemos identificar la importancia de un padre en la vida de los hijos(as).
Pero, ¿cuál sería el papel de un padre en la actualidad? El papel de un papá ya no se limita ser el proveedor. Yo sé por experiencia propia que los papás pueden ser mucho más que los que aportan el dinero a sus familias. En el mundo en el que vivimos, para que una familia subsista, es necesario que padre y madre, asuman tareas y dimensiones igualitarias y equivalentes. Los hombres deben de asumir cuidados, crianza, educación, labores que antes eran consideradas exclusivamente para las mujeres. Mi padre, desde mi perspectiva, así lo hizo, y estoy orgullosa de ello.
El año pasado, la ONU lanzó la campaña #PaternidadesPresentes, que buscaba visibilizar
las ausencias. La campaña promovió el mayor involucramiento de los padres en el cuidado y crianza de sus hijos. Entre los datos estadísticos que mostraba decía que mientras las madres dedicaban 24.1 horas a la semana al cuidado de niñas y niños, los padres destinaron 11.5 horas. La campaña buscó sensibilizar a los hombres a que ejercieran una paternidad responsable y activa, presente. Asimismo, que la paternidad se ejerciera con una perspectiva de género y que se asumiera que las labores del hogar tenían que ser compartidas.
Dice una nota en el portal de ONU Mujeres: “Para avanzar hacia la igualdad de género, es fundamental el involucramiento de los hombres como aliados que promueven masculinidades corresponsables fomentando relaciones igualitarias entre mujeres y hombres, la empatía, el respeto y la participación activa en la paternidad, a través de un modelo de corresponsabilidad en el que se asuman igualmente responsables de los cuidados y la crianza respetuosa de los derechos de las y los hijos. Necesitamos masculinidades que rompan con las normas y los estereotipos sociales y de género que refuerzan la idea de que la crianza y los cuidados de hijas/os son responsabilidad exclusiva de las mujeres.”
Muchas familias celebrarán este Día del Padre con asados, yendo a algún restaurante,
parque, con algún regalo a papá. Merece la pena entonces replantearse cómo se ejerce la
paternidad desde el lado de los hombres. Merece la pena reflexionar acerca de cómo es
necesario que los hombres desarrollen su paternidad en este contexto actual. Y por
supuesto, merece la pena agradecer a los hombres que han sido padres y que han entendido lo que significa.
Yo te agradezco a ti papá, que me hayas guiado y mostrado la vida. Estoy segura que más hombres como tú podrán demostrar que la paternidad desde su parte, puede ser ejercida con cariño, respeto y responsabilidad. Feliz Día del Padre!