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Las mujeres merecemos esta oportunidad!

Dra. Verónica Arredondo

Cuando nos enfrentamos a la realidad, cuando la confrontamos, a veces nos percatamos de que no es lo que buscábamos, lo que esperábamos. Entendemos que hace falta hacerle algunos ajustes; quizá atornillar por allá, martillar por acá, lijar por más acá. La realidad nunca será del agrado de todos, pero podemos de alguna manera incidir sobre ella. Podemos generar acciones que impacten a gran escala partiendo desde lo pequeño, desde la minucia, desde el día a día. Nuestras acciones sobre lo real, tienen que comprenderse como un Efecto Mariposa, podemos sí cambiar las cosas con pequeñas acciones, si nos lo proponemos. Es probable que nunca alcancemos a contabilizar el impacto, que no lo podamos cuantificar. Es necesario, sin embargo, que si queremos modificar lo sustancial de lo que ocurre en el mundo, hagamos algo, actuemos, por más disparatado que parezca. Para generar cambios, debemos de tomar las riendas; habrá personas que puedan hacer más que algo, porque son agentes de cambio, aunque no se lo hayan propuesto.

Por lógica o por sistema, los primeros agentes de cambio en la vida de una persona, son los padres y maestros escolares, madres y maestras. Ellas y ellos son las primeras personas que impactarán en nuestra vida, para bien o para mal. Muchas y muchos de nosotros, hemos tomado de ejemplos a nuestros mayores. Ellas y ellos nos han inspirado. Yo quiero dedicar este texto a esas personas que me inspiraron y que cambiaron el quehacer cotidiano en el runrún de la ´normalidad´.

La verdad es que lo que conocemos como 'normal´, no es más que lo que la sociedad estandariza como el status quo, es decir lo que todas y todos creemos que es conveniente dentro de nuestros contexto, aunque sea injusto. Por ejemplo para algunas personas, desde mi experiencia como mujer, como profesionista, como académica, una mujer dedicada a la ciencia, a las matemáticas, es una anomalía, pero no porque las mujeres no podamos ejercer esta profesión, sino porque así se nos ha dicho. Desde mi experiencia, sé que somos capaces, las mujeres, para desarrollarnos como científicas, pero en lo social, de acuerdo con el paradigma, deberíamos dedicarnos a otras cosas, como el hogar, la crianza, los cuidados. Sin embargo nos movemos, abrimos una brecha donde podemos equipararnos con los hombres.

Los agentes de cambio no tienen que ser de algún género, hay mujeres y hombres que están ahí, en un momento y espacio, donde van a incidir para generar una pequeña revolución; donde trascenderán y motivarán a otras y otros para relanzar la realidad hacia otros caminos. Las personas, la humanidad no tiene que seguir necesariamente un rumbo, sino que existen cientos de senderos a través de los cuales podemos descubrir formas de convivencia que no teníamos en mente. Aunque algo está escrito, nada está escrito, poseemos el futuro en nuestras manos y tenemos la obligación de reinventarnos.

Yo tengo confianza en la gente que cambia las cosas, que rompe con los paradigmas y nos descubre otras vías para seguir creciendo y evolucionando. Desde una posición como observadora, sé que este país está cambiando, que estamos tratando de hacer las cosas de un modo distinto a como se venían haciendo. Sé que no va a ser fácil, pero que tenemos que intentarlo, al menos, para saber si fallamos o alcanzamos el éxito, siempre para continuar con el siguiente paso.

Creo que México merece una oportunidad distinta, porque veo su potencial, sus recursos humanos, su historia. Este país, sus ciudadanas y ciudadanos, quieren establecer un 'nunca más', y virar hacia otro frente en donde realmente tengan al alcance su desarrollo.

Vivimos el momento histórico en donde la democracia parece que se ha instalado, y no hay vuelta atrás. Vivimos en un contexto en donde distintas ideologías, y sus distintas facciones, dirigen los rumbos de la nación; a través de una alternancia más o menos pacífica. Ahora debemos de continuar creciendo y arribar al siguiente proceso que nos impera la igualdad y la equidad: en un país donde la mayoría de la población somos mujeres, es justo que ya el próximo titular del ejecutivo sea una mujer, una que nos represente.

Hasta hace pocos años, pensábamos que era imposible que existiera alternancia en quien dirigiera el gobierno del país, pero las y los ciudadanas y ciudadanos lo conseguimos. Un día vimos que nuestra participación y votos contaban, que nuestros sentires y pensamientos eran escuchados. Un día nos dimos cuenta que podíamos acceder a la democracia. Es posible lo que soñamos, es posible que por fin tengamos una mujer que nos represente, a mujeres y hombres que queremos un país donde se nos tome en cuenta.

Al día de hoy, en la actualidad, podemos contar con una posibilidad muy alta de que una mujer será presidenta de México. Ese es un hecho que tenemos que celebrarlo, porque es real y porque por fin lo logramos. Conseguimos que una de las nuestras tenga posibilidades reales de ocupar el cargo de mandataria. Nuestras abuelas, nuestras madres, soñaron con un momento así. Soñaron con una emancipación, lucharon por ese objetivo. A nosotras nos toca honrarlo y dirigirlo. A nosotras nos toca conseguirlo.

Claudia Sheinbaum Prado, fue Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, experimenté su dirigencia y sus políticas. Puedo decir que su forma de gobernar ha convertido a la capital del país en un lugar en donde hombres y mujeres pueden acceder a diferentes oportunidades y desarrollo. Yo hablaba al principio de este texto de gente que genera cambios, dije agente de cambio. Creo fielmente, que una mujer que es capaz de generar los cambios que necesitamos para consolidar la democracia a la que hemos arribado.

Las mujeres merecemos esta oportunidad. Las mujeres mexicanas hace rato que necesitamos y exigimos que una mujer nos represente desde el más alto cargo en la nación. Si no es Claudia, tendría que ser alguna otra. Creo que la historia nos debe esto. Creo que el desarrollo de México como nación tiene esta cuenta pendiente con la conformación de la población. Esta es nuestra oportunidad.

Las mujeres somos agentes de cambio aunque históricamente hemos sido invisibilizadas. Reconozco que hombres y mujeres hemos querido transformar la realidad para que esta sea justa. A mujeres y hombres dedico este texto, a las ellas y ellos que quieren transformar el mundo. El día de hoy es prácticamente el hecho que al menos dos mujeres se postulan para la candidatura presidencial. Tomemos eso en cuenta. Sí lo queremos. Es una oportunidad única. Tener una mujer candidata, y una mujer presidenta, debería ser lo más lógico que le podría suceder a esta nación.