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La eXperanza, ya cambió de manos

Por: Claudia Anaya Mota

El pasado domingo cumplió su promesa de venir a Zacatecas, la Coordinadora del Frente Amplio por México, la Senadora Xóchitl Gálvez y lo hizo, envuelta de calidez y de esperanza, esa que ella ha sabido despertar en quienes no encuentran eco ni oído a sus inquietudes y preocupaciones por parte de la administración estatal y federal.

Desde que Xóchitl conquistó a la ciudadanía que se vio identificada con ella el día que tocó las puertas de Palacio Nacional con amparo en mano que le otorgaba el ejercicio de su derecho de réplica para aclarar una aseveración falsa en su contra, y pese a ello, no le abrieron, ha padecido los ataques, la guerra sucia y los rumores orquestados desde Palacio Nacional hasta políticos morenistas que aún le guardan rencor por haber ganado hace 6 años, las elecciones en la Alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México al partido en el poder.

Le han cuestionado todo: su origen indígena, la venta de gelatinas durante su infancia para ayudar a su madre a sostener a su familia, la empresa que emprendió como ingeniera y que es tan buena, que tiene contratos con Presidencia, hasta ¡su casa! Al grado de que la dirigencia de Morena en la capital de la República, propuso demolerla.

La reacción espontánea de la ciudadanía fue: “Xóchitl, si derriban tu casa, mi casa es tu casa” y así, con ese respaldo y con esa confianza, la Senadora que no milita en ningún partido, regresó a Zacatecas a cumplir la promesa de que, si ganaba la coordinación del Frente Amplio, nuestro estado sería el primero que visitaría y así lo hizo.

Arribó el sábado a nuestro estado y no se quedó en ningún hotel. La familia Valdés Miranda le invitó a su casa a través de redes sociales, y pernoctó con ellos; Xóchitl pudo conocer la calidez y la anfitrionía zacatecana. Luego, sostuvo reuniones con los grupos más lastimados por la inacción federal y estatal, me refiero a las madres buscadoras y con los desplazados, pero también con los representantes de los pensionados y jubilados del ISSSTEZAC.

Xóchitl pudo constatar lo que las encuestas del INEGI señalan: la inseguridad es el principal problema de Zacatecas, pero además, se debe y en este diagnóstico coincidimos, al debilitamiento del Poder Judicial, al que no se le han asignado recursos suficientes para capacitar a todos aquellos que forman la cadena de justicia, desde los primeros respondientes hasta los ministerios públicos y reflexionó sobre la necesidad de repensar la forma de atender los delitos y aminorar la carga a los ministerios públicos para que la justicia sea verdaderamente efectiva y se abata la impunidad.

Al recorrer las calles y escuchar las preocupaciones de la gente, pudo darse cuenta de que no estamos bien, la gente vive con miedo, los pequeños y grandes empresarios viven amenazados, los padres de familia viven preocupados de que todos los días sus hijos lleguen sanos y salvos a casa, que ninguna bala de fuego cruzado les arrebate la vida, que mientras transitas por alguna carretera, no vayas a ser víctima de un robo, o peor aún, de un secuestro o de una desaparición forzada.

Para resolver los problemas hace falta voluntad: la voluntad de reconocerlos y la voluntad para actuar, hace falta liderazgo para convocar a todas las fuerzas necesarias y resolver. Pensar que “estamos requetebién” o que “no estamos tan mal” o que todos nuestros problemas son una “herencia maldita”, no ayuda, ni consuela, ni resuelve nada a nuestra gente.

Lo más relevante, es que la presencia de mi amiga y compañera Senadora, pudo conquistar a más corazones. Segura estoy que, si más zacatecanos se dan la oportunidad de conocerla, como yo, conocerán a la mujer luchona, valiente y decidida que es.

Por lo pronto, Xóchitl ya sabe que Zacatecas, también es su casa.

Senadora de la República