Skip to main content

Bienvenido 2024

Dra. Verónica Arredondo

Siempre habrá años mejores que otros, pero cada uno nos deja una enseñanza, algún tipo de aprendizaje; todos los años que transcurren conforman nuestro crecimiento y desarrollo. Todos los años en el calendario serán recordados por algún suceso, personal o social. Escribo esta columna desde hace algunos, y agradezco a lectores y lectoras su lectura y sus buenos deseos. No sería posible presentarme como columnista, de no ser porque me siguen leyendo. Deseo para ustedes que este año que concluye, hayan alcanzado alguna meta, se encuentren mejor que en años pasados, o que al menos el 2023 no haya sido tan duro con ustedes.

Supongo que este año que termina ha sido difícil en cuestiones sociales, económicas, emocionales, para la población en general y en particular. Mi familia y yo, continuamos con el pesar de la pérdida de mi hermano Carlos. Ha sido complicado y doloroso aceptar su ausencia, como muchas familias Mexicanas. Todavía luchamos para entender qué pasó, por qué la violencia nos lo arrebató. Hace ya más de dos años de su partida y aunque sabemos que no vamos a recuperarnos de ello, nos acompañamos y echamos ánimos. Ojalá viviéramos en un país más humano, menos violento; ojalá que el Estado y los gobiernos, entendieran que su prioridad es su pueblo, su gente, la ciudadanía, porque de ello se componen las comunidades.

Creo que podemos esperar un 2024 diferente, o podemos construirlo. Eso debería de ser uno de nuestros objetivos. Tenemos que ser pacientes para entender el contexto, identificar nuestras carencias, defectos, cualidades. Podemos reforzar lo que mejor sabemos hacer y emprender los proyectos donde sí tenemos posibilidades de alcanzar el éxito. Creo que como sociedad y nación estamos preparados para continuar avanzando. Si vivimos en un país democrático, tenemos que continuar exigiendo los derechos que todavía nos hacen falta. Y si necesitamos mejorar nuestros ingresos, entonces, como comunidad es necesario que construyamos los canales para que cada individuo, cada familia, cada niña, niño, tenga las herramientas que necesita para desarrollarse.

Quiero pensar que hemos madurado como pueblo, como sociedad organizada. Estoy segura que podemos avanzar hacia un lugar en donde vivamos mejor. Este país es nuestro, de las personas que lo habitamos y lo trabajamos. Vivimos con desigualdad, estamos conscientes de ello. Tenemos que luchar en todos los frentes para que vivamos en una nación más justa y con oportunidades para todas y todos los habitantes.

De verdad deseo que con todo y los obstáculos presentes y futuros, podamos alcanzar nuestras metas y nuestros sueños. Lo merecemos, estamos construyéndolos. Quizá el 2023 no fue un año bueno para algunos, para algunos quizá sí lo fue. Todas y todos esperamos las 12 campanadas para arrancar desde el primero de enero y conocer qué nos depara el año naciente. Queramos o no, el año lo recibiremos juntos, porque el año comienza para muchos países en todo el mundo. Creo que así se conforma la esperanza, sabiendo que estamos unidos, que el sol sale para todos.

Gracias a este espacio, El Nopal, a las lectoras y lectores, a mis colegas columnistas, por hacer de este medio un lugar de encuentro, de conversación. Espero que tengan felices y divertidas fiestas. E insisto: este 2024, debemos continuar construyendo nuestro entorno, debemos colaborar para que la sociedad camine y se desarrolle. Las estrategias para enfrentar las adversidades, debe surgir en comunidad y desde lo colectivo.

Feliz año.