Skip to main content

*Año nuevo, vida nueva con esperanza renovada*

Por Claudia Anaya Mota

Hemos cruzado el emocionante umbral hacia un nuevo año. Les invito a que reflexionemos sobre el poder transformador que reside en cada uno de nosotros, de poder evaluar nuestras decisiones y lo más importante que poseemos, la voluntad y la capacidad de corregir los errores, para así poder evolucionar como individuos y como sociedad. En cada inicio de un nuevo año, tenemos la valiosa oportunidad de mirar hacia atrás, examinar nuestras decisiones, reconocer los aciertos, pero subrayo, reconocer nuestras fallas y aprender de ellas.

Este 2024, será un año muy importante para nuestra nación. Hoy, es un lienzo en blanco donde podemos pintar nuestras aspiraciones, corregir el rumbo y avanzar hacia un futuro más brillante, un futuro donde prevalezca el respeto, la unidad y compartir los valores que nos identifican y que como antes, podamos convivir aún con la diferencia de opinión.

Al reconocer nuestros errores, no debemos caer en el pesimismo, la decepción y la desesperanza. Aceptemos nuestros errores del pasado, aceptemos que nuestras decisiones van enfocadas siempre en obtener un mejor resultado o un mejor futuro y en ocasiones, depositamos nuestra confianza en quienes en un momento, nos convencieron de que sus fines, eran nobles, pero, el paso del tiempo, nos demostró que no solo nos engañaron, sino que hoy, no estamos mejor. Tengamos presentes que nuestros errores pasados no definen nuestro futuro; son lecciones que nos impulsan a mejorar.

Muchas familias, muchos de nosotros vivimos un 2023 muy complicado. Enfrentamos muchos desafíos que al día de hoy, pudimos superar, fortalecernos y crecer. Cada obstáculo enfrentado es una enseñanza, cada negativa, cada falta de voluntad para resolver, cada fracaso, es una lección que nos guía, que nos motiva a encontrar nuevos caminos, nuevos aliados para ver cómo sí se puede, como sí es posible. Seamos valientes para admitir nuestras equivocaciones, lo suficientemente humildes para aprender de ellas y lo bastante valientes para convertirlas en fortalezas.

Si cada uno de nosotros realizamos este ejercicio, de entrada, habremos ganado una primera batalla. Recordemos que la mejora individual no solo beneficia nuestras vidas, sino que también contribuye positivamente al resto de personas que nos rodea. Al corregir nuestros errores, inspiramos a otros a hacer lo mismo, creando así una cadena de cambios que eleva a todos.

En este nuevo año, comprometámonos a abrazar este proceso de mejora continua. Que cada día sea una oportunidad para ser comprensivos, compasivos y proactivos en la búsqueda de una mejor vida, deseo que podamos corregir todo aquello que nos ha alejado de nuestras metas, que nos ha alejado de nuestras aspiraciones, que nos ha alejado de nuestros amigos por ideologías distintas, en suma, de todo aquello que nos ha dividido como zacatecanos y como mexicanos.

Estoy cierta que 2024 es un año donde tenemos la oportunidad colectiva de manifestar nuestro deseo de dejar atrás la división, el encono y la violencia. Segura estoy de que no somos pocos los que queremos recuperar la armonía, la convivencia respetuosa y pacífica, de que queremos terminar con este dolor que nos produce la indiferencia de quienes no tienen la voluntad de ayudarnos a mejorar porque así conviene a sus intereses. Sé que seremos valientes, encontraremos aliados y daremos una batalla para recuperar lo perdido, valorar lo bueno del pasado y erradicar el retroceso y el engaño.

Mis mejores deseos para cada uno de ustedes en este nuevo año, que esté lleno de valiosas lecciones, crecimiento personal y logros significativos.

¡Feliz 2024 y que Los Reyes Magos traigan ilusión renovada a nuestros hogares!

*Senadora de la República.
*Secretaria de la Mesa Directiva del Senado de la República