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8 de Marzo de Nuestro Corazón

Dra. Verónica Arredondo

Nuestra lucha tendría que tener otro sentido. Tendríamos que estar construyendo el futuro, contando con el apoyo de la sociedad y de nuestros pares. Tendríamos que discutir sobre como afrontar los retos del presente milenio. Tendríamos, este es un pensamiento idealista, que plantearnos como vamos a explorar el universo, de qué manera edificaremos las sociedades espaciales. Pero no sucede eso, no ocurre porque seguimos sin tener un lugar en el mundo. Nosotras no construimos la realidad, fueron los hombres y no están dispuestos -aún muchísimos- a ceder ni un centímetro del poder que crearon. Entonces somos nosotras quienes debemos derribar los cimientos de una civilización que nos es ajena para construir un mundo donde sí quepamos y tengamos los lugares que necesitamos.

Estoy convencida de que tenemos que hacernos espacios, lugares donde nosotras podamos discutir y entender los fenómenos de la realidad. En esos lugares somos nosotras las únicas que podemos tener voz, las únicas que debemos plantear los desenredos de los problemas particulares y generales de la mujer. Está bien si los hombres se deconstruyen, si trabajan su psique para entnedernos, eso está perfectamente bien. Lo que digo es que en los espacios donde nosotras hemos estado constryuendo, somos nosotras quienes debemos intervenir exlusivamente.

Hay mujeres que ahora desarrollan sus conocimientos en la ciencia, en las artes, en la polìtica, sí, pero apegándose a parámetros que han sido dictados por los hombres, y eso es un poco una trampa. No miento si afirmo que para una mujer siempre implicará el doble de esfuerzo destacar en un escenario, porque se nos sigue considerando ciudadanas de segunda. ¿Por qué se nos considera de esa forma? La historia humana desvela las respuestas a esa injusticia. No creo que esta columna sea un lugar para ahondar en ello, tampoco es mi objetivo.

Esta columna, este espacio, se ha ido construyendo con base en ideas, hipótesis, investigaciones que he llevado a cabo durante el desarrollo de mi profesión y mi persona. A través de este lugar he planteado dudas y certezas que tengo respecto al presente, a la realidad. Otras mujeres como yo también lo hacen cada día en medios como este, en blogs, en revistas. Esas mujeres también tienen que ser madres, educadoras, cuidadoras. Hay un sesgo muy importante que no debería existir, no jugamos bajo las mismas condiciones que los hombres. Tenemos que solucionar entonces ese problema.

Este 8 de marzo se conmemorará el Día Internacional de la Mujer. Ya he escrito en años anteriores sobre el origen y las reivindicaciones que se suceden. Como han estado leyendo en estos párrafos, quiero esta vez reivindicar el lugar y espacios que las mujeres construyen para si y otras mujeres. Y quisiera que los hombres y otras identidades de género y sexuales comprendieran que hay espacios separatistas y exclusivos para las mujeres.

Las marchas que ocurrirán este 8 de marzo en el país y el mundo, cada una tendrá sus directrices y reglas, pero todas sucederán con el tema de la mujer como estandarte. Estaría bien que se entendiera ello, que quienes quieran participar no siendo mujeres aceptaran el hecho de que el 8 de marzo tenemos la oportunidad de alzar la voz para construir otra realidad y otros mundos, y que aliados pueden apoyar el movimiento por otros canales.

Lo que digo es que la marcha del 8 de marzo es un espacio creado por mujeres para otras mujeres, pero además mujeres que buscan la construcción de otras realidades, fuera de las instituciones y organizaciones creadas y dirigidas por hombres. Esto tenemos que aceptarlo y acatarlo, porque el separatismo de las mujeres alrededor de la marcha también significa que no deben participar intituciones gubernamentales ni de otro tipo. Es necesario que quienes se presenten a la marcha no abanderen causas particulares y que atiendan a la conmemoración sin querer aprovecharse de la coyuntura.

No es que el feminismo como postura y posición sea una idea que solo atraviese a las mujeres, no, el feminismo atraviesa la sociedad y eso incluye a los hombres, pero la marcha del 8 de marzo como lugar no puede permitirse el protagonismo de los hombres y las instituciones. Hablo del feminismo porque es obvio que este se presenta como la plataforma alrededor de la cual las mujeres discuten y se organizan. El feminismo es un lugar construido por mujeres para las mujeres. Es un espacio polìtico y social de donde emanan las directrices que intervienen directamente en la realidad y luchas de las mujeres.

Dije al principio que nuestra lucha tendrìa que tener otro sentido, si viviéramos en un mundo ideal. El presente nos indica que nuestra lucha tiene todavía que generar y construir lugares donde podamos vivir y desarrollarnos porque es lo que menos tenemos. Existen las leyes de equidad, de igualdad, pero se quedan en el papel, en los documentos. No tenemos un lugar como lo tienen los hombres dentro de la realidad.

Yo creo que por ahí va una de las reivindicaciones, por hacer esos lugares, porque necesitamos más. Por generar un ambiente donde tengamos nuestras propias herramientas y recursos. Habrá otras luchas necesarias para la sociedad. Luchas de otros sectores de la población de las cuales no somos ajenas porque somos también parte de otros sectores. No solo somos mujeres, somos empleadas, obreras, estudiantes, daminficadas, y cada lucha necesita de sus participantes.

Espero que el 8 de marzo nos encuentre unidas. A veces se hace necesario recordar que cada derecho lo hemos ganado de esa forma: unidas. Porque nos hemos ganado eso, ese lugar, ese espacio, ese día. Creo que vamos caminando hacia adelante, en el futuro todavía nos esperan otras reivindicaciones, otros problemas, otras luchas.